La compañía agroindustrial estadounidense Cargill procederá a despedir a miles de empleados en todo el mundo con el propósito de alinear su estructura de costos con la coyuntura actual del negocio.
La compañía con sede en Minneapolis, EE.UU., recortará alrededor del 5% su plantilla de 164.000 personas como parte de una acción estratégica, según un memorando interno al que tuvo acceso la agencia estadounidense Bloomberg.
Los ingresos y la rentabilidad de los mayores “jugadores” del negocio agroindustrial, como es el caso de Cargill, Bunge y Archer-Daniels-Midland (ADM), se ha venido reduciendo por la tendencia decreciente que están experimentando los commodities agropecuarios en los últimos dos años.
Por otra parte, el rediseño de la matriz comercial de productos agroindustriales que promoverá en 2025 la gestión de Donald Trump en EE.UU. introduce un factor de riesgo adicional al negocio, al cual se suma los problemas logísticos generados por conflictos bélicos y tensiones geopolíticas.
“La mayoría de estas reducciones se llevarán a cabo este año”, dijo el director ejecutivo Brian Sikes en el memorando interno. “Se centrarán en racionalizar nuestra estructura organizativa eliminando capas, ampliando el alcance y las responsabilidades de nuestros gerentes y reduciendo la duplicación del trabajo”, añadió.
El 21% de la fuerza laboral de Cargill se encuentra en Sudamérica, donde la compañía se focaliza en el procesamiento y exportación de productos derivados de cereales y oleaginosas, además de nutrición animal. La compañía tiene además otras tres unidades de negocio: proteínas cárnicas, alimentos y bebidas, y metales y servicios financieros.
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